Plaza del Gas con Monumento al Chiflo de fondo

Manu Chao, saltimbanqui global (y 2)

¡ Me creo lo que hago!

Es la duda que aflige en estos casos. ¿Se cree esta gente lo que hace, canta y dice?. Allá se hizo la pregunta, acá vino la respuesta: "Sí. Lo hago porque me lo creo. No sé, si no me lo creo, yo no avanzo. No sé trabajar si no me lo creo. Llevo 20 años en el oficio, muchos años comiendo bocadillos. 20.000 veces me han hablado de suicidio comercial. Pero siempre he creído en mi instinto. En mi vida, en los momentos que he perdido mi instinto, me he sentido perdido. Si hoy no hago las cosas en las que creo, no me subiría a un escenario. Sería un gilipollas".

Ar yu readi for rokanrol

Mientras se repartía el clarete y el cacahuete, había ido llegando gente a la Plaza del Gas. Ese agujero. El bajista era clavado a Fermín Muguruza con 20 kilos de más. El teclista, como Nacho Cano. El maestro de ceremonias era igual que Briant (el de los Lakers). Pero el crack absoluto fue el trompeta, un siciliano que lo mismo sacaba el bombo, que se salía por rap.

Allí todo el mundo estaba mojado. Popurrí de temas clásicos de Mano Negra con los actuales, ante un público corniveleto, entregado y cejijunto. "Mala Vida" y un glorioso "Santa Maradona" fueron los picos del recital más parecido a un anfiteatro rumano que a un concierto de rock. Diez músicos y dos horas y media de espectáculo. Sin parar. Éxtasis místico y clavo del quince.

Las preguntas generales post-concertum fueron. ¿ Para cuándo un disco de mestizaje?. ¿ El rey de las nanas seguirá en el candelero?. ¿Aceptamos Kalimotxo como tinte sintético?. Sólo restaba cantar "El final del Verano" del dúo dinámico mechero en mano. El público salió muy satisfecho y con ganas de más.

© humorenlared.com - Actualizado el 06-09-01

Jovencitos y jovencitas se disponen a lanzar su ropa interior al escenario
Manu a punto de hacer el salto de la rana
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