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Y yo preocupado Idiotizados todos como zombies. Con las neuronas refritas y saturadas de gilipolleces, los estudiantes avanzan. Maravillas de la ciencia: tres meses zurrándose las neuronas con kalimotxo y un mes de barbecho cultural. A mí lo que me preocupan son los apuntes caducados. ¿A dónde van esos fajos de papel?. Yo todavía tengo los apuntes de la carrera en el trastero del burdel. El otro día revisándolos me encontré una chocolatina y veinte duros en monedas sin marcar. Al menos no había manchas de sangre. Guay. En mis tiempos la farmacopea era limitada. Y la Madam me ha comentado que en los suyos (entre el golpe de Sanjurjo y el asesinato de Olof Palme) el café de puchero hacía estragos. Ya somos Europa y hay un poco de todo. Flaquean los ánimos en estas jornadas intensivas. Cuando la sopa de pollo no es suficiente las barritas energéticas con Katovit están ahí, dando la cara. Tengo un amigo psiquiatra escindido. Por una parte le preocupa la salud mental general, por otra sabe que tiene negocio asegurado. Se va a forrar el bribón. Yo, a 40 Gigabytes de pelis porno por día tengo el invierno asegurado. Es lo que se lleva ahora, no enterarte de lo que pasa a tu lado. Mejor no preguntar. No vayas a enterarte de lo que va la fiesta. No mirarte al espejo. Joseba Bosso es
palanganero en un burdel |
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Más, en el nº 44 de KARMA dice: Ya en tu punto de venta |
