Viajes, vacaciones, vigor

Una vez al año, por estas fechas, la madam cierra el burdel y la plantilla se monta en un autobús alquilado. Durante una semana recorremos los más insospechados parajes. Ruinas, campos, villas, pueblos, vertederos y casamatas. A veces hemos superado los límites de la provincia, convirtiendo la excursión en viaje. Arrasamos con los cassetes de gasolinera. Reventamos los cepillos de las parroquias.

La jefa aprovecha para visitar a sus deudos y el resto nos desperdigamos por la zona. Volvemos ahítos, mareados y saturados de tanta cultura. Luego nos reincorporamos a la actividad llenos de ganas y empeño. Tras el paseito turístico somos otros. Como perrillos recién llegados del parque.

Vigorizados, cargamos palanganas, atendemos servicios y retiramos la ropa usada. El último empujón antes del verano y las moscas. La primavera lo pone todo patas arriba. Literalmente. Así pues es necesario tomarse unas vacaciones. No tanto para descansar de lo trabajado como para poder aguantar lo que queda por trabajar. Toda una vida.

Joseba Bosso es palanganero en un burdel
© humorenlared.com - Actualizado el 18-04-03

Más, en el nº 47 de KARMA dice: Ya en tu punto de venta