Pero dóooonde vaaaaaas...

Que te quieras buscar cuatro duros para tus vicios en verano no te da derecho a reventar todavía más el mercado laboral. Esquirol infecto. Tus ansias por entrar en el mercado laboral deben ser contenidas por una vagancia estructural, afín a cualquier estudiante que se precie de serlo. La vida puede ser larga o corta, dependiendo de tu camello y tu suerte. Lo vas pillando ¿no?. Pero eso no tiene que ver con echar por la borda tus últimos años de holgazán. Ojo al dato.

La mayor paliza que recuerdas es la empalmada del último examen. Firmar y la hoja en blanco como recién nevada en tu mesa de formica. Te vas a hartar de trabajar o de buscar trabajo, que también es cansarse de firme. No esperes nada de las ratas y de ti mismo, menos. Porque a la primera de cambio venderás un riñón si eres consecuente con todas las pegatinas de tu vida. No sufras, mucho. Evita el esfuerzo para ir tirando.

Eso o tener una idea de oro. Como en este número que gira todo en torno al trabajo, su ausencia, exceso y dividendo. Esa maldición bíblica que trae de cabeza al ser humano. Para que juntes el sufrimiento de tus axilas al de los millones de esclavos que te precedieron. Y si eres chica, "lo sentimos, tienes que estar preparada para el efecto Axe". Jua, jua.

© humorenlared.com - Actualizado el 04-07-03

Más, en el nº 50 de KARMA dice: Ya en tu punto de venta