A tiro de piedra Stalingrado
está aquí al lado Hacía
tiempo que no me lo pasaba tan bien en una peli. Una de tiros además. Ahora vendrán
todos los pseudocinéfilos a rasgarse las vestiduras y a reivindicar "Sexo, mentiras
y cintas de video" que anda que no era aburrida la puta mierda esa.
Pues nada, que el Annaud se ha puesto chulo y se monta un espectáculo yankee
con luces y fuego y...¡Un guión! Tócate los cojones que innovación en el cine
actual. Ya sabréis de qué va así que vamos a por los fallos. Estoy hasta los huevos
de que todo lo que huela a comunista haya que ponerla mal. A los rusos que iban
para el frente los meten en vagones que luego cierran con candado ¡Anda ya!
Estamos hablando de divisiones del Ejercito Rojo, unas divisiones que soportaron
bajas de hasta el 90% (no digo deserciones, digo bajas) , un ejército que se echó
a la espalda el peso de la Segunda Guerra Mundial. Si no llega a ser por
ellos andaríamos al paso de la oca, así que no nos andemos con chorradas. Menos
ostias y más escribir Pero claro,
si te fijas que los productores son unos alemanes pues ya es otra cosa. Como les
dieron por el culo hasta que les tocaron la traquea, pues ahora a vengarse con
una peli. Luego está lo del comisario político, que es un trepa y un cabrón,
pero al final se redime. Pues mira por ahí no paso. Si el tío es un hijoputa y
un trepa, pues lo es hasta el final, que coño. Son esos pequeños detalles los
que te joden la cinta. Pero si no te fijas demasiado te lo pasas como un enano.
La peli está rodada con un monótono
tono grisáceo para resaltar el aspecto sucio de la guerra, por lo que las notas
de color te asaltan. Concretamente son dos: una montaña de azufre completamente
amarilla a las afueras de una fábrica... y el culo de Rachel Weisz cuando
se baja los pantalones para follarse al Jude Law. Abriendo
el abanico Nosotros propondríamos
un final alternativo: Zaitsev (al que no se le ve muy comunista, la verdad) se
pasa al enemigo y avanza él solo por la estepa rusa cepillándose malditos rojos
hasta que llega a Moscú y se carga a Stalin y remata la momia de Lenin solo por
si acaso. No vaya a ser que el hijoputa se levante y la vuelva a liarla. Entonces,
con un mundo de color de rosa bajo el control de el poco estricto control
capitalista, todos viviríamos felices y contentos. Al no haber comunismo, no habría
habido logros sociales en occidente con el que dar envidia a los desaparecidos
comunistas, y todos estaríamos currando dos mil horas a la semana y ni siquiera
tendríamos Gran Hermano para reirnos. Ya ves tú qué descojono. La
película ha provocado una honda discusión en la redacción. La facción estalinista
(con tendencias neoliberales) se ha posicionado a favor del comisario político,
la nacional socialista con tendencias sionistas se posiciona a favor de arrasar
con todo y el que sobrevivan los líquenes. ©
humorenlared.com Rhinov-Clausewitz-Actualizado 28-05-01 |