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Mucho es lo que se ha venido criticando
en los últimos años a Frank Miller, seguramente el autor norteamericano
más importante de los 80 merced a obras como Batman: Año Uno, Ronin
o Daredevil: Born Again, debido a su ya dilatado trabajo en Sin
City, que incluye las series Sin City, Moriría por ella, La gran
masacre, Ese cobarde bastardo, Valores familiares, Sexo, alcohol
y balas e Ida y vuelta al Infierno.
El problema básico que presenta esta
serie es que al llevar la firma del artista que hizo que el comic
norteamericano alcanzara su mayoría de edad (junto con Alan Moore,
según está comúnmente establecido), todos esperan de sus trabajos
que sean poco menos que obras maestras. Y nada más lejos de la
realidad, ya que a excepción del notabilísimo primer Sin City,
todos los episodios subsiguientes de esta saga son simple y llanamente
meros episodios de género negro ultraviolento cuyo fin no es otro
que hacer pasar un rato entretenido al lector. Miller se divierte
muchísimo realizándolos, eso es evidente, y lo mismo debería suceder
con unos lectores menos exigentes.
Sodoma y gomorra
Sin City se puede definir como una
obra deudora de una arcana mitología pulp que actualmente tiene
su mayor acomodo en la programación de madrugada de las televisiones
autonómicas y privadas, y que consiste en las hiperviolentas epopeyas
de acción protagonizadas por supermachos mamporreros y de gatillo
fácil como Chuck Norris, Eric Roberts y Gary Busey. O lo que es
lo mismo (forzando un poco la comparación), los protagonistas
de las novelas de género negro de Mickey Spillane o Raymond Chandler
que Miller leía ávidamente en su niñez.
En Sin City acaba poniéndose claramente
de manifiesto el hecho de que Frank Miller ha acabado siendo absorbido
por la propia influencia que sus mejores obras provocaron en la
industria norteamericana del tebeo en los últimos 80 y primeros
90, esto es, quedarse tan sólo con lo más superficial de su propuesta,
el uso desprejuiciado del sexo y la violencia en unos cómics de
un tono marcadamente oscuro protagonizados por personajes atormentados
e incluso psicóticos. Es sintomático que uno de los especiales
de Sin City ostente precisamente el escueto título de Sexo y Violencia.
Eso es ir al grano, sí señor, aunque la verdad es que ciertamente
frustrante debería resultar para Miller el que las escenas de
sexo que se empeña en meter, en muchas ocasiones con calzador
resulten ser las menos excitantes del mundo.
Superhéroes en blanco y negro
Por otro lado, y sobre todo si lo
comparamos con otros cómics de género negro como el Balas Perdidas
de David Lapham (recomendabilísimo y actualmente en curso de publicación
en nuestro país por parte de La Cúpula), Sin City no puede esconder
el pesado lastre del género superheróico que arrastra Miller consigo,
con todo lo que esto conlleva. Ya en la primera secuela de Sin
City Miller crea, quizás inconscientemente, sus propios superhéroes
para la ciudad del pecado, tanto en la forma como en el fondo,
y es que tanto Dwight como Miho o incluso Delia Ojos Azules aparecen
en las últimas entregas de la serie como seres casi omnipotentes,
que lo tienen todo controladísimo y para los que machacar de la
forma más dolorosa posible al malo de turno no supone el más mínimo
problema. ¿Dónde está la gracia entonces?
Pero, a pesar de todas estas críticas,
lo que no se puede negar es que el éxito y ese aura de respetabilidad
ganado a pulso en el pasado siguen persiguiendo a Miller. Directamente
relacionado con el hecho cada vez más evidente de que el público
lector de cómics está envejeciendo a marchas forzadas, los seguidores
de Frank Miller aún somos legión, con lo que mientras sigamos
pagando por cualquier obra por él realizada la rentabilidad de
publicar Sin City en nuestro país estará fuera de toda duda. Más
aún, en los propios Estados Unidos esta serie es continuamente
citada entre los profesionales del comic como uno de los mejores
trabajos que se pueden encontrar actualmente en el mercado. Algún
malpensado dirá que tampoco hay demasiado donde elegir.
© humorenlared.com
- Carlos Zoom - Actualizado el 07-05-01
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