 |
Nasío pa matá!
Los clásicos,
como el vino...
En esta época de conflagraciones,
ataques preventivos y contubernios judeomasónicos, nada mejor
para evadirse de la triste realidad que recuperar a un esteta
y profeta del humor, Ivá, que supo parodiar esto de la guerra
mejor que nadie en su "opus magna", Historias de la puta mili.
El maestro Ivá fue el puto
amo, y si sus tebeos saltaron a medios como el cine y el teatro
no fue por casualidad. Para comprobarlo de primera mano
(y echarse unas risas de paso), nada mejor que asomarse a las
páginas de "Historias de la puta mili: tó por la patria!",
reeditado recientemente en la colección Nuevos pendones del humor
de, claro está, Ediciones El Jueves. Y es que, aún hoy, este tebeo
se muestra como uno de los más frescos y divertidos jamás producidos,
conformando Ivá un universo propio que creó escuela y
encandiló a cientos de miles de fans.
"Historias de la Puta Mili" es fiel
reflejo de una realidad, sufrida por millones de votantes,
que cuenta con un inagotable torrente de vivencias y anécdotas
que Ivá supo aprovechar a la perfección, con un estilo
único que hace sus páginas absolutamente reconocibles al
primer vistazo. Dichas planchas aparecen pobladas por sargentos
sebosos y eternamente cabreados, y por reclutas alfeñiques y acojonados
en permanente estado de alerta, que hacen lo posible por sobrellevar
el infierno en vida que les han obligado a pasar.
Si normalmente los cómics
pecan de diálogos antinaturales (la gente no habla como los personajes
de tebeo), Ivá les sacaba un partido increíble a los mismos, convirtiéndolos
en los auténticos protagonistas de sus historietas. Irónicos,
brutos, extremadamente naturalistas y fiel reflejo de la
realidad circundante, "Historias..." es un compendio de frases
realmente gloriosas que provocan, de nuevo, la hilaridad del lector.
Estas páginas están por tanto saturadas con enormes bocadillos
repletos de improperios, que forman un auténtico lenguaje propio.
Eso sí, esta preeminencia tapa en ocasiones un dibujo en apariencia
sencillo y descuidado, pero con una increíble expresividad y que
aporta muchísima información al lector atento.
Mamá, pan
A pesar de que, afortunadamente,
el Servicio Militar impuesto pasó a mejor vida, estos cómics
no deben caer en el olvido, tales son sus virtudes y el parto
de culo que produce en el lector. Sin embargo, tanto esta
reedición (a la que esperemos le sigan otras muchas, también de
Makinavaja) como el hecho de que las páginas de Ivá sigan apareciendo
semana tras semana en El Jueves, demuestran que
el autor de los tebeos más populares del país (junto con Mortadelo,
por supuesto) sigue dando guerra.
© humorenlared.com-Carlos
Zoom-
Actualizado el 11-04-03
|