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Tebeos hechos aquí Yo
me lo guiso, yo me lo trago Hay
que estar un poco chalado para dibujar tebeos. Nadie se hace rico con ello, y
la forma de hacer llegar tu obra al público supone una pelea constante. Pero si
el mundo de las viñetas te engancha, es difícil zafarse. A continuación, algunas
de las tácticas de combate más utilizadas hoy día en esto de editar cómics. Hará
unos mil años, se decía que había una explosión de fanzines y publicaciones
independientes, gracias, entre otras cosas, a la mayor facilidad para la autoedición
(dadle un escáner a un mono). Era la época de La Comictiva, Mono Gráfico,
Burp! o Mondo Brutto... (un poquito antes surgieron El Capital,
2000 Maníacos o el Código de Hammurabi). Hoy
sigue habiendo mucha facilidad de medios para la edición independiente,
solo que los fanzines y revistas más o menos profesionales han sido sustituidos
por editoriales, que han optado por el formato profesional del álbum a
la europea. Son las cuatro jineteras del apocalipsis, que no las únicas: De
Ponent, Sinse ntido, Inrevés y Astiberri, quienes conviven
con otros francotiradores más modestos del comic-book como Doble Dosis.
Hay que mojarse La
calidad de edición se ha convertido casi en un "a prior" exigible, y los nuevos
autores de cómics acaban dando el salto a la publicación casi directamente
en formato álbum. ¡Qué pijos!. Antes de ello, las formas de darse a conocer
siguen siendo escasas, e incluyen los múltiples concursos de cómic que pueblan
el Estado, decir que te has follado a Bertín, así como la autoedición, como Luis
Durán con sus Mancuso Cómics. Las revistas como El Jueves y
El Víbora no se quedan atrás, y han ido deglutiendo paulatinamente a los
autores carne-de-fanzine más destacados (¡incluso nuestro Elreydespaña
se ha estrenado en El Víbora!). Más que nunca, dibujar, editar y comprar cómics
constituye un auténtico posicionamiento ideológico, casi político. Un way
of laif. He dicho. ©
humorenlared.com-Carlos Zoom- Actualizado
el 14-11-02 |