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Y dos
huevos duros
Getxo se une
a la juerga
La cita se esperaba con impaciencia,
la voz se iba corriendo entre los ambientes comiqueros, la impaciencia
se apoderaba de los fans... Pero, por fin, el Salón del Cómic
de Getxo llegó, vio y triunfó. Euskadi ha contado, por primera
vez, con un Salón de entidad, que no defraudó a nadie, y que sólo
puede ir a mejor.
Ya teníamos ganas. Los fans del noreste
de la península estaban resignados a tener que emigrar siempre
que querían participar en un evento de entidad relacionado con
los cómics, para reafirmarse en su afición viñetera y compartir
la misma con otros aficionados. Madrid, A Coruña, Avilés
y, sobre todo, Barcelona, eran los lugares de peregrinaje
predilectos, y a nadie se le asomaba por la cabeza que pudieran
disfrutar de un Salón de estas características al lado
de casa.
Situación en el mapa
La Margen Derecha del Nervión se
ha marcado el tanto del siglo al acoger, del 13 al 15 de
diciembre pasados, el primer Salón del Cómic de Getxo que,
además, ha supuesto un gran éxito y promete muchos años de disfrute
alrededor de las viñetas. Así, los comerciantes que exponían sus
cómics (camisetas, revistas, fanzines, tebeo antiguo, etc.) al
público lograron un nivel importante de ventas, mientras
que la presencia de autores sí que fue "galáctica", y los actos
paralelos no le fueron a la zaga.
Y es que con sólo decir los nombres
de Carlos Pacheco, Salvador Larroca y Pascual Ferry,
los más importantes de los que están haciéndose de oro en las
Américas, ya está todo dicho. Pero es que a ellos hay que sumar
autores vascos (Robert Garay, Luis Durán), gente de El Jueves
(Albert Monteys, Darío Adanti), fanzinerosos (Nacho
Fiol, Elreydespaña), francotiradores del tebeo patrio como
Calpurnio o M. A. Martín, y así hasta una treintena
de invitados que se integraron con los aficionados en la gran
carpa habilitada en la Plaza del Metro de Las Arenas. Un evento
de este tipo garantiza la accesibilidad hacia unos autores que,
al mismo tiempo, pueden deambular por los pasillos del
Salón sin sentirse amenazados por el acoso de hordas de fans.
Más importante todavía, si muchos
salones no pasan de ser un mercadillo o un coto privado
de freaks del cómic (no daremos nombres), Getxo logró un equilibrio
perfecto entre el interés comercial y el cultural, aprovechando
la baza de la accesibilidad y calidad de todas sus propuestas.
Esto es, dejarse los cuartos en papel grapado, pero con coartada
intelectual detrás.
La mayor asistencia de público se
produjo el sábado y el domingo por la tarde, con una presencia
contínua de personas visitando los stands, admirando las
exposiciones (sobre Calpurnio, Mitologika, los 25 años de El Jueves,
la peli de Mortadelo y Filemón y los premios de El Injuve),
jugando a rol, esnifando aerosol, contemplando las proyecciones
(como unos inenarrables cortos serie-Z sobre Spider-Man), asistiendo
a las mesas redondas o buscando la dedicatoria de tal o
cual autor. Este ha sido el primer paso para lograr crear un verdadero
ambiente de Salón en Euskadi, pero vamos por el buen camino,
y a mayores frikis, mayores descuentos.
© humorenlared.com-Carlos
Zoom-
Actualizado el 22-01-03
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