Salón
del Cómic
de Granada
Anecdotario
impertinente
- La brasa que dieron
los del fanzine Proyecto Comix, que gritaban
como verdureras que comprásemos su, todo hay que decirlo, estupenda
revistilla.
- Las ranitas de gomaespuma
que regalaban los de "El batracio amarillo" por lacompra
de un ejemplar.
- La gente muerta de
risa con los dibujos marranetes que dibujaba un enmascarado Alvarez
Rabo.
- Los muñecos de Spawn
rebajados a 800 pesetas y los niños flipando con la ganga, no
como yo que me quedé con las ganas de pillar un Don Depresor
de peluche y, al ver que costaba 4.900 pesetas, me fui enfurruñado
como un crío de siete años.
- Confundí a Santiago
Sequeiros con un borracho al que la policía levantó del suelo
para que pasase la tajada fuera del recinto. Yo me dije, "ya está
aquí otra vez el tío éste trompa".
- Tapeo y cerveza
ininterrumpido, y las charlas y presentaciones postergándose con
informalidad cariñosamente tolerada.
- Los mensajes por megafonía,
anunciando al trío Borja Crespo, Ladrón y Koldo Serra como
"los autores con el pene más gordo del panorama underground".
- Satoshi Shiki
nos tuvo un cuarto de hora (!) esperando para firmar en una fotocopia
de un dibujo suyo, muy en consonancia con la mentalidad mercantilista
nipona.
- La gente que dibujaba
en el stand de Dreamers.Com, que tenía controladísimos
a todos, TODOS los personajes que les pidieras. No había quien
les pillara, lo mismo te hacían a La Sota de Corazones que a la
Legión de Superhéroes al completo.
- La foto que
apareció en el Ideal de Granada para anunciar la apertura del
Salón, que mostraba a una viejecita levantando eufórica un póster
de Spiderman. ¡Bravo por ese fotógrafo cachondo!
Y que más vamos a contar:
Granada es diferente, es la alegría del sur, es una chica vestida
de Sailor Moon con acento andaluz, es una experiencia inolvidable.
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