Deia (14-05-2003) (01)
Bosco el Tosco da la chapa a todos los que entran en la Facultad de Sarriko. Armado con un paraguas y un altavoz, aparece por sorpresa y suelta un discurso.

PKD: La difícil tarea de conseguir el voto inútil

El que mi jefe de la Empresa de Trabajo Terminal ya no me considere un "gusano repelente" sino un "esclavo miserable", me abre nuevas perspectivas profesionales. Para él, ya no soy un mero instrumento de transporte sin raciocinio, sino un ser capacitado para hacer bulto en un mitin. Me envía al del Partido del Karma Democrático, cuyo candidato, Bosco el Tosco, quiere ser alcalde de Bilbao.

TERCERA JORNADA.
La infraestructura de un mitin del Partido del Karma Democrático (PKD) es muy funcional: consiste en su candidato subido en una pequeña escalera, cubierto con un paraguas y dando la murga con un altavoz. Le encuentro en la puerta de la Facultad de Económicas de Sarriko acompañado de su jefe de prensa y dos jóvenes que reparten pegatinas. Hasta los profesores que le han tenido 10 años en clase le ignoran, lo que no es óbice para que mantenga firme el ademán.

"Hola, soy el que viene a hacer bulto", le digo. "Muy bien, colócate frente a mí y pon cara de votante", me sugiere.

Mientras hago lo que me dice siento cierta lástima por él. "Qué pena, un chico tan joven y bien parecido arruinando su porvenir queriendo ser alcalde. Si lo consigue, quedará marcado para el resto de su vida, el pobre".

No obstante, pronto me doy cuenta de que llegará lejos. Tosco el Bosco y su partido de... mariachis, por llamarlos de alguna manera, piden el voto inútil, y de eso hay una buena cantera en este país. Además, en un alarde de sinceridad, en su programa da 13 razones para no votarle y evitar así que un calamidad ocupe el sillón de alcalde de la Villa. Lo que no sabe es que los sillones y los calamidades se atraen, y si uno cae en la carrera hacia el cargo, otro ocupará rápidamente su lugar. Es lo que hay. Lo dejó escrito Schopenhauer en una servilleta de papel de un Burger King.

El Partido del Karma Democrático lleva una trayectoria imparable. En las elecciones generales de 2000 consiguieron 14.000 votos. En las autonómicas de 2001, les votaron 2.000 personas. A las municipales se presentan con una perspectiva inmejorable, sobre todo, teniendo en cuenta que su lema es: "¡Hasta la derrota, siempre!" La campaña la sufragan con 1.200 euros que han reunido con los cambios que la gente olvida en las cabinas telefónicas. Pese a que el PKD es la quinta fuerza en Bilbao, nadie les toma en serio. Se quejan de que los municipales no les dejan poner sus trípodes informativos en la acera y de que una niña casi les pinta unos bigotes en el póster electoral. "Bosco habría tenido que dejárselo crecer, porque no tenemos dinero para hacer uno nuevo", me informa el jefe de prensa para ganarse el sueldo. Uno de sus proyectos estrella es unir las dos catedrales de Bilbao, San Mamés y Begoña, en un mismo edifico, y crear un parque temático sexual en Artxanda, pero creen que Aznar les va a robar la idea porque inició allí su campaña. Todo les sale mal. "Para pegar los carteles -confiesa Bosco- nos compramos un cubo y una escoba. La mejor que había en el mercado. Por la noche nos dimos cuenta de que no cabía en el cubo y que sólo podíamos untar la mitad. Eso fue antes de que nos la requisara la Ertzaintza por poner carteles fuera de los tablones de anuncios. Tuvimos que seguir con una fregona recogida de la basura. El mango tenía un clavo suelto y me pinché con él, y a las seis de la mañana me llevaron a urgencias a que me dieran la antitetánica. Allí perdí el conocimiento y vi un túnel blanco con un punto negro al fondo, que resultó ser una ladilla... " La historia sigue, pero escucharle no entra dentro del convenio de los que hacemos bulto. Con las mismas, me largo.

Texto: José Antonio Rodriguez
Fotos: TKS Creativos