El Mundo (14-05-2003)
El candidato del Partido del Karma a la Alcaldía de Bilbao, Bosco "El Tosco", ayer durante esta entrevista

Candidatos Diferentes

Bosco "El Tosco" / 27 años / Músico / Bilbaino
Cabeza de lista del Partido del Karma

"Sacaremos miles de votos
'de cachondeo' "

BILBAO.- Han dado un brutal giro al revolucionario lema que instauró el Ché Guevara. ¡Hasta la derrota siempre! es el que utilizan para dar 13 razones por las que no votar al Partido Karma Democrático, una formación que concurre a la Alcaldía de Bilbao y que promete, entre otras cosas, levantar el campo de fútbol de San Mamés encima de la Basílica de Begoña o desecar la Ría de Bilbao.

Pregunta.- Su imagen se asemeja a la del Ché pero su lema le contradice. ¿Por qué?

Respuesta.- Conocemos bien lo que es perder, somos bastante miserables y vivimos en la miseria. Pensamos que ya estaba bien de eso de ¡Hasta la victoria siempre! y lo cambiamos por ¡Hasta la derrota siempre!. Por fortuna o por desgracia mi imagen se parece a la del Ché.

P.- En las elecciones autónomicas de 2001 consiguieron 2.000 votos. ¿Por qué cree que les vota la gente?

R.- Porque no tiene nada mejor que hacer. Mucha gente nos dice que va a votarnos de empalmada. Sacaremos miles de votos de cachondeo.

P.- ¿Llevaría a cabo sus promesas electorales si llegan al poder?

R.- El programa varía en función de los avalistas que haya por medio, de las fundaciones y los bancos que nos apoyen. También depende de lo que nos paguen. Nosotros prometemos malversar, pero dejando todo bien claro.

P.- Llama al votante inutil.

R.- Nos referimos a toda esa gente que se siente defraudada después de votar a uno u otro partido. Votar es inutil. P.- Van de cachondos y divertidos... R.- Vamos de vender la revista Karma dice:.

P.- El principal leif motiv.

R.- Claro, porque si los partidos hacen empresas, ¿por qué las empresas no van a hacer partidos? Hemos empezado al revés. Es un camino extraño, pero es un camino.

P.- ¿Cómo llevan la campaña?

R.- Es muy dura pero estamos ilusionados porque la respuesta de la gente es muy positiva. Pensamos que Bilbao está a huevo.

P.- ¿Qué es lo más curioso que le han dicho en campaña?

R.- Una pareja me dijo que quería que fuera alcalde para que les case. También nos han llegado invitaciones de sitios donde yo no creía que entraría ni a fregar los platos.

P.- ¿Conoce la dinámica interna del Ayuntamiento de Bilbao?

R.- La verdad es que no. En el único pleno que ha creído siempre ha sido el pleno al quince.

P.- ¿Cuál es la promesa electoral que más ganas tiene de cumplir?

R.- La número 14 que no aparece ni en el programa. Hacer un parque temático sexual en Artxanda.

P.- ¿Se aproximan a la ideología de algún partido?

R.- Nacimos con una apuesta: acertar el número de personas necesarias para montar un partido político. Eran cuatro y un tambor. Lo malo es que hace falta mucha burocracia; es terrible y lo pasas muy mal.

P.- Dice que lo supera a vinos...

R.- Y a cafés... porque ¡el vino se ha puesto un precio!... La droga del político pobre es el café y el pincho de tortilla.

P.- ¿Hay conflictos internos dentro del partido?

R.- Sin duda. Por decisión del comité central, el candidato a lehendakari ahora ha quedado postergado por al puesto 29 tras fracasar estrepitosamente.

P.- ¿Qué le hace falta a Bilbao?

R.- Bilbao me necesita y yo necesito el dinero de Bilbao. Es una relación amor-flores.

P.- Tiene el apoyo de la plataforma "Pasta Ya".

R.- Sí. Conseguimos el apoyo de mucha gente después de organizar la primera manifestación circular que se ha hecho en Bilbao.

P.- ¿Están financiados?

R.- Con 40 o 50 euros.

P.- ¿Ya los han gastado?

R.- No dan para nada. La vida está carísima.

P.- ¿Han hablado con el resto de candidatos?

R.- Estuve en un hotel de Bilbao hace unos días porque había un debate entre candidatos. Pero a mí no me invitaron. Me ningunearon. Después les entregué la revista de este mes a los candidatos, aunque Basagoiti me dijo que ya la había comprado.

P.- ¿Qué les falta a los políticos?

R.- No sé por dónde empezar ni por donde acabar. Les falta reirse de uno mismo.

Texto: Manolo Romero
Foto: Iñaki Andrés