"¡Mujeres, al poder!"

Las cosas del poder no van siempre sobre ruedas, y si no que se lo pregunten a la Casa Real. A la mujer le ha sido históricamente negado el acceso al mismo. La AMASA (Armaos Mujeres en el Ámbito del Saber Antiguo) informa sobre las peores figuras femeninas que llegaron al mando, para que la historia no se repita... (échense a temblar)

¿Cómo no hablar de la Dama de Hierro?. Su única relación sexual data del 82 con un jovencísimo Poli Díaz, aquello traumatizó al muchacho y le hizo meterse al boxeo: "a ver si me dan unas ostias guapas y lo olvido", declaraba el incauto. Ella, despechada, provocó la guerra de las Malvinas. El final fue trágico: Poli se metió al porno duro para evadirse, pero ni por esas.

Otra mujer más peligrosa que el duque de feria en una cabalgata: Francisquita Franco. Era transexual y daltónica (tenía mucha manía a l@s roj@s y a l@s verdes), le iba la caña y se metió en el ejército, enamorada del fish-fucking (basta con observar las numerosas fotos con peces espada) se operó para poder montárselo con Arias Salgado, pero así todo, la voz le delataba.

Se ven monas, ¿verdad? Pues en el bolso llevan un Magnum 3,57

Una enemiga más de las mujeres: Madeleine Albright, secretaria de estado de Microsoftlandia y tonadillera en la galería de la muerte. Un vejestorio con cara tipo mi-chocho-huele-a-pesquiti y que fue la desencadenante de "La guerra de la golfa", a la que cambiaron el género para no dar pistas.

¿Y qué decir de Hillaria Clinton Tadelculo?. ¿Cómo no se la ha cortado a su marido y le ha metido el saxofón por el recto?. Y es que la única revolución pendiente que cambiará la historia será la de las mujeres, pero está difícil con sujetas como Ana Botella, que, cansada de que los periodistas le pregunten ¿a cuál de las 2 botellas su marido le da más?, ha manifestado: "o sea, porfa, lo importante es que le pongan otra bomba y que vuelva a ganar las elecciones, o sea".

¿La mujer en el poder?. Hay que ser cabrón para dejarme sólo una página, cuando podía escribir 12 karmas sobre el asunto. Tendremos que empezar a cortar algunas pollas para que se enteren de lo poco que vale un pene. Trilobite, las micciones que te quedan, son una cuenta atrás.

Karmarada Rottenmeier